jueves, 15 de enero de 2015

La Cuevona del agua Ribadesella Asturias







La Cuevona de Cuevas del Agua en Ribadesella Asturias

Esta Cuevona de Cuevas es la única vía de comunicación con el exterior que tienen el pueblo, que los espera con su belleza condensada en un breve espacio entre el río y la montaña. A casi 5 km de la villa costera de Ribadesella, esta cueva se ha formado por la erosión lenta y continua de los elementos naturales, y hoy recorrer el tramo de 300 metros es una forma cautivante de conocer las entrañas de la tierra y maravillarse de las formas que se dibujaron en las rocas. LaCuevona está muy bien iluminada de modo que los relieves y los colores de la piedra se ofrecen como una verdadera obra de arte natural.

Entrada de l Cuevona

Lo más importante es saber valorar la importancia de este sitio por la flora que habita la Cuevona. Algas, hongos, líquenes, musgos y hasta helechos encontraron en los extremos que se asoman más al exterior un hogar único. Asimismo, dentro de la fauna propia se encuentra la salamandra ciega, especies particulares de ranas y murciélagos (que ya no moran en su interior porque no les agrada la invasión humana.) Una biodiversidad particular que es preciso conocer y también cuidar. Una buena opción para conocer otro de los pueblos más curiosos de Asturias y de España.

Desde Ribadesella y siguiendo la carretera que nos lleva hasta las cuevas de Tito Bustillo, se llega al pueblo de Cuevas de agua, al cual se accede después de pasar por una cueva con estalactitas y estalagmitas. La carretera pasa por dentro de la propia cueva !!! Impresionante!!!


Cuevas de Agua

un túnel nada común y muy poco artificial que debemos atravesar con nuestro vehículo si queremos llegar al otro lado.


              



La Cuevona de Cuevas del Agua (no confundir con la Cuevona de Ardines, referente rupestre en las inmediaciones de Tito Bustillo), es uno de los escasos ejemplos mundiales de cavidades por las que serpentea el asfalto.


              


              


La grandiosidad de sus bóvedas, iluminadas para mayor satisfacción de conductor y acompañantes, y los cerca de 300 metros de recorrido conceden una sensación desconocida frente al volante. Es fácil deducir que esta inmensa caverna ha sido desde siempre el único acceso a la aldea de Cuevas del Agua. 






Un paso que anteriormente discurría por un vial habilitado por los vecinos, y que la modernidad y la urgencia de las comunicaciones, convirtió en el último tramo de una carretera local que muere poco después de atravesar la cueva.


          



La Cuevona es, en suma, el único paso a un paraje no inaccesible, pero si sorprendente, casi secreto, donde la tranquilidad es la misma que siglos atrás, y donde casas y hórreos conviven con el río silencioso, los hombres a caballo, las vacas y gallinas por los caminos, las hortensias y las coles.





Conserva unas excelentes formaciones calcáreas, y es un campo de experimentación privilegiado para los más pequeños, que acompañados de sus profesores pueden iniciar su primer reconocimiento de un medio a menudo poco accesible. Es fácil así identificar las diferentes zonas de la cueva, aquéllas donde se desarrolla la vida, sea en el límite con la luz, en la oscuridad total, en el medio terrestre o en el acuático. Se catalogan las algas y hongos, líquenes, musgos, helechos, condicionados siempre por la mayor o menor luminosidad. También la fauna cavernícola: los huéspedes ocasionales y los que la habitan permanentemente, con especial hincapié en los murciélagos. Los niños también efectúan mediciones de temperatura, humedad, luz…






Cuevas del Agua es una pequeña aldea que se encuentra en la comunidad asturiana. Pertenece al concejo de Ribadesella, de cuya capital, la villa marinera del mismo nombre, dista unos 5 kilómetros.

Esta tranquila población, en la cual no viven más de medio centenar de vecinos, es un interesante destino para dedicarle un fin de semana, siendo uno de aquellos lugares que, a pesar de tener enormes atractivos, no forma parte de las rutas turísticas que nos suelen ofrecer las agencias de viajes. Esto puede suponer para nosotros una enorme ventaja, ya que como es lógico suele repercutir en importantes factores como puede ser la aglomeración de visitantes o los precios, que suelen ser en estos casos más reducidos.

Cuevona de Cuevas del Agua  Asturias


El interés que tiene visitar Cuevas del Agua no es sólo por los bellos parajes que allí encontraremos, que ya es mucho, ni siquiera por algunas interesantes rutas que en los alrededores de la localidad podemos hacer, como la conocida como Ruta de los Molinos, sino por el hecho de que para llegar al pueblo sólo hay un camino posible, siendo preciso cruzar un peculiar túnel.

Entrada Cuevona
Decimos peculiar porque estamos acostumbrados, cuando nos hablan de un túnel, a que éste sea un paso abierto de forma artificial dentro de una montaña, que te permite pasar al otro lado. Pero en este caso el túnel es diferente, ya que no ha sido hecho por la mano del hombre, sino por la acción de un pequeño riachuelo, cuya agua al fluir ha ido creando, a lo largo de los siglos y debido a los efectos de la erosión, una cueva natural que atraviesa la montaña.

Cuevona de Cuevas del Agua

La carretera se introduce, pues, dentro de la montaña, corriendo junto al pequeño arroyo mencionado, paralelamente al mismo, durante un recorrido de unos 300 metros, y permitiéndonos observar un escenario difícil de ver, ya que se trata de una de las pocas cuevas de estas características existentes en el mundo. De hecho, se tiene constancia tan sólo de tres cuevas naturales más en todo el planeta que se encuentren atravesadas por una carretera.

Quedaremos asombrados durante el trayecto de las formaciones calcáreas que en el lugar podremos observar, como sus estalactitas, estalagmitas, coladas o columnas, algunas de las cuales tienen atribuidos sugerentes nombres, como “las barbas de Santiago” o “la lengua del diablo”.

La cueva tiene una gran riqueza en flora, ya que en ella viven especies que necesitan poco luz, con abundantes hongos, líquenes, algas, musgos, helechos y similares, que especialmente se encuentran en la entrada, donde hay un poco más de luz, aunque encontraremos también en el interior.

Podremos observar además algunas especies de fauna que habitan dentro de la cueva, como la salamandra ciega, las ranas y los murciélagos. Cabe comentar que estos últimos fueron muy numerosos hace años, pero ahora, el ruido que provoca el paso de los coches, así como los visitantes, han alejado a buena parte de ellos, que se han desplazado hasta otra gruta cercana, la llamada Cueva Rosa, un espacio protegido en el que han encontrado un hábitat más tranquilo, aunque podremos seguir viendo ejemplares de ellos en la cueva.

cuevona asturias


Dentro de la cueva se han iluminado sus bóvedas, por lo que el espectáculo es impresionante. Es muy aconsejable, al salir ya de la cueva, dejar el coche el algún rincón y retroceder para poderla observar a pie, con mucho más detenimiento.

El riachuelo es, sin ninguna duda, el gran protagonista de este fantástico lugar, ya que como hemos dicho son sus aguas las que lo han ido modelando, abriendo gigantescas salas y adornándolas con formaciones hechos con microscópicos cristales, especialmente las estalactitas y estalagmitas, que, debido a una corriente de aire que siempre hay en la cueva, se desplazan hacia algún lado e incluso a veces hacia arriba, convirtiendo el lugar en un escenario espectacular y lleno de caprichosas formas.

Llamarán la atención también si decidimos ver la cueva a pie detenidamente, las coladas, o, lo que es lo mismo, las estalactitas que crecen pegadas a las paredes de la cueva. Y decimos que nos sorprenderán porque enseguida nos llamará la atención el hecho de que sean de distintos colores, lo cual se debe a los musgos, hongos y líquenes que las recubren.

A la salida de la cueva podremos ver un par de grandes colmenas de abejas, que se sitúan en las rocas que allí hay, así como especies de animales como la culebrilla de agua o la lavandera cascadeña, incluso es posible ver alguna nutria.





Tras atravesar la cueva llegaremos a la localidad de Cuevas del Agua, un bonito pueblo ubicado en las orillas del río Sella, en un valle al pie de las montañas. El hecho de que sólo se pueda acceder a ella atravesando la cueva, ha provocado un cierto aislamiento, por lo que es uno de los lugares de la comunidad en que más se conservan los elementos tradicionales de la vida rural. Así, se trata de la zona en que más hórreos podemos ver aún, siendo muy abundantes las muestras de arquitectura tradicional propia del lugar.

Desde esta localidad podemos hacer la Ruta de los Molinos, muy aconsejable porque, además de contemplar bellos rincones naturales, nos ofrece una demostración de su utilidad y de su funcionamiento en épocas ya pasadas.

Podemos decir que después de atravesar la cueva nos parecerá haber llegado a otro tiempo ya pasado, al encontrarnos estos parajes llenos de paz y tranquilidad, con un silencio roto sólo por el murmullo de las aguas del río o por el que producen otros animalillos que por allí podremos encontrar.

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